JEP entregó cuerpos de tres mujeres desaparecidas hace 20 años: fueron falsos positivos
Las mujeres fueron víctimas del conflicto armado y presentadas como bajas en combate.
Noticias RCN
08:20 p. m.
Han pasado 20 años desde que tres familias en Colombia comenzaron a vivir con la incertidumbre y el dolor de no saber qué había ocurrido con sus seres queridos.
Durante todo este tiempo, las imágenes de Claribel Rodríguez Sierra, Claudia Patricia Peña y Elibeth Vega Izquierdo permanecieron en la memoria de sus allegados sin respuestas sobre su paradero.
Hoy 8 de marzo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) les entregó sus restos, confirmando que fueron víctimas del conflicto armado y de una cadena de violencia que marcó sus vidas desde la infancia.
¿Qué les pasó a las tres mujeres entregadas por la JEP?
El proceso para dar con el paradero de estas tres víctimas tomó años de investigación. Tras un trabajo minucioso, la JEP logró identificar y recuperar los cuerpos de estas mujeres, que fueron presentadas en su momento como bajas en combate.
Álvaro Izquierdo, hermano de una de ellas, habló sobre la angustia que vivió su familia durante este tiempo.
Muchos años, casi dos décadas, una situación muy amarga en el seno de la familia.
Si bien recibir los restos de su hermana no era el reencuentro que esperaban, al menos ahora podrán darle una despedida.
A pesar de todo, no esperábamos que nos la entregaran así, pero bueno, con esa moral, con ese valor de que pueda reposar su resto en el seno de nosotros como familia.
Para estas familias, la entrega de los cuerpos no solo significa el fin de una búsqueda, sino también la confirmación de una verdad que temieron por años: sus hijas, hermanas y madres no murieron en combate, sino que fueron víctimas de una serie de crímenes que involucraron a distintos actores del conflicto.
El trágico destino de tres niñas reclutadas por las Farc
Las investigaciones realizadas por la JEP revelaron que Claribel Rodríguez Sierra, Claudia Patricia Peña y Elibeth Vega Izquierdo fueron reclutadas por la guerrilla de las Farc cuando eran apenas unas niñas, de entre 11 y 14 años.
Durante varios años fueron obligadas a formar parte del grupo armado hasta que, al alcanzar la adolescencia, intentaron escapar. Sin embargo, lejos de encontrar libertad, su huida las llevó a un destino aún más trágico.
Alejandro Ramelli, presidente de la JEP, explicó los detalles del caso y cómo estas jóvenes terminaron siendo víctimas de ejecuciones extrajudiciales.
Es un caso particularmente triste porque se trataba de tres niñas que fueron reclutadas en su momento por las FARC, siendo muy pequeñas, de 11, 12 y 14 años, robadas de sus hogares. Estuvieron en la guerrilla varios años hasta que decidieron fugarse, tenían ya 16, 17 años con tan mala suerte que dieron con un grupo paramilitar, y ese decidió entregárselas a las tropas de una unidad militar, quien las pasó como falsos positivos.
Las tres jóvenes habían vivido durante años bajo la presión de un conflicto que les arrebató su infancia. Primero, como combatientes forzadas en la guerrilla; luego, como fugitivas en busca de una oportunidad de recuperar sus vidas.
No obstante, al encontrarse con un grupo paramilitar, la posibilidad de recuperar su libertad desapareció por completo.
Las tres mujeres fueron presentadas como falsos positivos
Cuando las tres jóvenes fueron entregadas a una unidad militar, lo que sucedió después fue un crimen que se repetiría en cientos de casos en Colombia: las presentaron como guerrilleras abatidas en combate.
En el momento de los hechos, el Ejército Nacional informó que en el corregimiento Los Áticos, en San Juan del Cesar, La Guajira, se había registrado un enfrentamiento con un grupo armado. En el reporte oficial, se indicaba que tres personas habían muerto en el combate, sin revelar sus identidades.
La verdad que la JEP destapó con su investigación muestra un panorama completamente diferente: no hubo combate. Claribel, Claudia Patricia y Elibeth no eran enemigas abatidas en medio de una confrontación armada.
Eran tres jóvenes que intentaban huir de la guerra y que fueron asesinadas para inflar las cifras de bajas en combate, un caso más dentro de la política de los llamados “falsos positivos”.