El papa León XIV rechaza la idea de reducir a Jesucristo a un "superhombre"
En su primera homilía, el nuevo obispo de Roma dio un mensaje sobre la representación de Jesús. Además, presidió su primera misa como papa.
Noticias RCN
06:54 a. m.
Este 9 de mayo, el papa León XIV presidió su primera misa como obispo de Roma. Se ubicó frente al altar y la lectura del santo evangelio fue en español. Posteriormente, leyó su homilía, en donde envió un mensaje sobre Jesús, resaltando las palabras del apóstol Pedro, a quien sucede, resaltando su fe en él. «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
En el texto, el sumo pontífice rechazó la idea de considerar a Jesucristo solamente como un líder carismático o un superhombre, al parecer, cuestionando a los cristianos evangélicos.
No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre. Y esto no sólo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho
El papa León XIV denuncia el declive de la fe en favor del poder o el dinero
En el mismo escenario de su elección, la Capilla Sixtina, el papa denunció que en "muchos contextos" se antepone la fe a "otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer".
La Iglesia debe ser "arca de salvación que navega a través de la historia, faro que ilumina las noches del mundo", agregó el líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo.
El texto de la primera homilía de León XIV sobre Jesús
"«¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» (Mt 16,13). Pensando en la escena sobre la que estamos reflexionando, podremos encontrar dos posibles respuestas a esta pregunta, que delinean otras tantas actitudes".
"En primer lugar, está la respuesta del mundo. Mateo señala que la conversación entre Jesús y los suyos acerca de su identidad sucede en la hermosa ciudad de Cesarea de Filipo, rica de palacios lujosos, engarzada en un paraje natural encantador, a las faldas del Hermón, pero también sede de círculos crueles de poder y teatro de traiciones y de infidelidades".
"Esta imagen nos habla de un mundo que considera a Jesús una persona que carece totalmente de importancia, al máximo un personaje curioso, que puede suscitar asombro con su modo insólito de hablar y de actuar. Y así, cuando su presencia se vuelva molesta por las instancias de honestidad y las exigencias morales que solicita, este mundo no dudará en rechazarlo y eliminarlo".
"Hay también otra posible respuesta a la pregunta de Jesús, la de la gente común. Para ellos el Nazareno no es un charlatán, es un hombre recto, un hombre valiente, que habla bien y que dice cosas justas, como otros grandes profetas de la historia de Israel. Por eso lo siguen, al menos hasta donde pueden hacerlo sin demasiados riesgos e inconvenientes. Pero lo consideran sólo un hombre y, por eso, en el momento del peligro, durante la Pasión, también ellos lo abandonan y se van, desilusionados".
"Llama la atención la actualidad de estas dos actitudes. Ambas encarnan ideas que podemos encontrar fácilmente —tal vez expresadas con un lenguaje distinto, pero idénticas en la sustancia— en la boca de muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo".
"No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre, y esto no sólo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho".
"Este es el mundo que nos ha sido confiado, y en el que, como enseñó muchas veces el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador. Por esto, también para nosotros, es esencial repetir: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Es fundamental hacerlo antes de nada en nuestra relación personal con Él, en el compromiso con un camino de conversión cotidiano. Pero también, como Iglesia, viviendo juntos nuestra pertenencia al Señor y llevando a todos la Buena Noticia".