¿Desde qué edad empiezan a manifestarse las consecuencias de los malos hábitos en la juventud?
Los años de desvelo, alcohol, cigarrillos y mala alimentación no quedan atrás sin consecuencias. ¿Desde qué edad empiezan a pasar factura?

Noticias RCN
09:08 a. m.
Durante la juventud es común subestimar los efectos que pueden tener los malos hábitos como una mala alimentación, el consumo de alcohol, la falta de sueño o el sedentarismo.
Sin embargo, distintos estudios científicos han demostrado que los excesos cometidos durante esta etapa de la vida no tardan en reflejar consecuencias en la salud, muchas veces a partir de la tercera década de vida.
Un estudio publicado en la revista médica The Lancet Public Health señaló que los primeros signos de envejecimiento biológico y deterioro metabólico pueden comenzar a manifestarse entre los 30 y 40 años, especialmente en personas que han tenido un estilo de vida poco saludable desde la adolescencia.
Esta investigación, que incluyó a más de 30.000 adultos de distintos países, evidenció que factores como el tabaquismo, la obesidad y el consumo excesivo de alcohol están directamente relacionados con un mayor riesgo de enfermedades crónicas desde edades tempranas.
¿A qué edad se hacen visibles las consecuencias de los vicios?
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (NIH), los efectos del consumo de alcohol y tabaco pueden acumularse silenciosamente durante años.
En el caso del hígado, por ejemplo, el daño producido por el alcohol puede comenzar a notarse clínicamente desde los 35 años con síntomas de hígado graso, cirrosis o alteraciones metabólicas.
El tabaquismo, por su parte, incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular y respiratoria desde los 30 años, especialmente si se comenzó a fumar en la adolescencia.
En cuanto al sedentarismo y la mala alimentación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que estos factores contribuyen al desarrollo precoz de diabetes tipo 2, hipertensión y colesterol alto, condiciones que solían presentarse en personas mayores pero que hoy afectan a adultos jóvenes.
¿Qué impacto tienen los malos hábitos en la salud mental a largo plazo?
No solo el cuerpo paga las consecuencias. Según un estudio publicado por Harvard Medical School, el consumo frecuente de sustancias psicoactivas y el descanso inadecuado en la juventud están asociados a mayores tasas de ansiedad, depresión y deterioro cognitivo en la adultez temprana.
La neuroplasticidad del cerebro disminuye con la edad, y los daños acumulativos por falta de autocuidado pueden dejar huellas permanentes en el sistema nervioso.
Sin duda, los malos hábitos y excesos de la juventud no quedan en el pasado. La ciencia confirma que a partir de los 30 años pueden comenzar a pasar factura, afectando tanto la salud física como mental.