“Lyan, con sus uñas, hacía líneas en la pared para contar los días”: personera delegada de Cali
Más detalles del secuestro de Lyan Hortúa, quien estuvo 18 días en poder de disidencias de las Farc.
Noticias RCN
07:48 a. m.
El drama del secuestro de Lyan Hortúa, el niño de 11 años retenido durante 18 días por disidencias de las Farc en zona rural de Jamundí, sigue revelando detalles que estremecen.
Marcaba los días con sus uñas: el testimonio que conmueve al país
Esta vez, la personera delegada de Cali, que acompaña el proceso de atención y seguimiento al menor, compartió uno de los testimonios más dolorosos que ha salido a la luz.
“Lyan, con sus uñas, hacía líneas en la pared para contar los días”, dijo la funcionaria en declaraciones entregadas tras una mesa de trabajo liderada por las autoridades en Jamundí. Según explicó, el niño buscaba una forma de no perder la noción del tiempo durante su prolongado cautiverio, aislado, bajo vigilancia armada y en condiciones que aún no han sido detalladas por completo.
La personera también señaló que el niño, aunque ha sido valiente, evidencia claros signos de afectación emocional: “Está en proceso de atención médica y psicológica. Aunque trata de mantenerse fuerte, su cuerpo y mente reflejan el impacto de haber sido privado de su libertad durante casi tres semanas”.
Llamado urgente al Gobierno y presencia del Estado
El secuestro de Lyan ha encendido nuevamente las alarmas sobre la situación de seguridad en el suroccidente del país y la presencia de grupos armados en zonas como Jamundí. La personera fue enfática en advertir que casos como este podrían repetirse si no se toman medidas estructurales y urgentes.
“No podemos permitir que los niños sigan siendo víctimas del conflicto o utilizados como herramientas de presión. Es vital que el Estado retome el control de estos territorios”, declaró.
En el encuentro participaron representantes de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y otras entidades que acompañan a la familia del menor. Mientras tanto, continúan las investigaciones para establecer con precisión cómo se produjo la retención, quiénes participaron y cuál fue el rol de las autoridades locales y nacionales durante los días en que Lyan estuvo desaparecido.
Este testimonio de resistencia infantil, en medio del horror, ha conmovido a millones de colombianos y ha generado un nuevo llamado a reforzar la protección de la niñez en zonas golpeadas por la violencia.