Urabá bajo el agua: más de 800 damnificados, techos colapsados y comercios destruidos por las lluvias
En Turbo, el comercio sufrió pérdidas millonarias y en San Pedro de Urabá fue declarada la calamidad pública.
Noticias RCN
02:04 p. m.
Las fuertes precipitaciones y los vendavales que se registraron durante el fin de semana en la región de Urabá, en Antioquia, provocaron graves afectaciones en al menos cuatro municipios.
Según los primeros reportes, más de 800 personas resultaron damnificadas por las emergencias causadas por las lluvias.
Las situaciones más críticas se vivieron en Turbo, Necoclí y San Pedro de Urabá, donde los daños incluyen caída de techos, inundaciones, pérdida de maquinaria y colapso de infraestructura comercial.
En respuesta a la magnitud de la emergencia, las autoridades de San Pedro de Urabá decretaron la calamidad pública.
Así está el panorama de lluvias en Urabá
La temporada invernal sigue generando estragos en distintos puntos del país, y este fin de semana los efectos se sintieron con especial fuerza en el Urabá antioqueño.
Municipios como Turbo, Necoclí, San Pedro de Urabá y otras zonas de la región fueron impactados por intensas lluvias acompañadas de fuertes vientos que dejaron a su paso árboles caídos, techos levantados, postes derribados y decenas de familias afectadas.
Uno de los municipios con mayores afectaciones es Turbo, donde la tormenta azotó con especial intensidad la zona urbana.
Los comerciantes fueron de los más perjudicados, ya que varios establecimientos sufrieron daños graves tanto en su infraestructura como en el equipo y maquinaria que utilizan para operar.
Las pérdidas económicas son millonarias y los propietarios de los negocios afectados buscan la manera de recuperarse para poder continuar prestando sus servicios.
Las víctimas relataron las afectaciones por las lluvias
Varios locales aún están cerrados debido al colapso parcial o total de sus techos. Algunos comerciantes intentan rescatar lo que queda entre escombros, mientras otros trabajan en labores de limpieza y reparación.
Uno de los testimonios es el de Roller Muñóz, propietario de un restaurante, quien relató los momentos posteriores al paso del vendaval:
Después de que pasó el ventarrón y se levantaron las tejas del negocio, empezó a caer mucha agua. Ahí se mojó el draybol y se desprendió y cayó todo al suelo.
El local quedó destruido y sus trabajadores quedaron en estado de shock al ver cómo en segundos perdían su fuente de ingresos.
La situación también fue crítica en Necoclí, donde los vientos derribaron árboles, arrancaron techos y causaron cortes de energía por la caída de postes eléctricos.
La comunidad se vio obligada a refugiarse mientras pasaba la tormenta. En algunas viviendas los techos volaron por completo, dejando a las familias a la intemperie.
María José Copete, auxiliar de cocina del establecimiento, contó lo que vivieron:
El chef de cocina salió un momentito al patio cuando dijo que vino todo eso.
Pero la emergencia no solo afectó la infraestructura urbana. En San Pedro de Urabá, las lluvias provocaron serias inundaciones en cuatro corregimientos.
Allí, al menos 200 familias, que suman alrededor de 800 personas, se encuentran damnificadas. Las casas quedaron cubiertas por el agua y muchas personas perdieron sus pertenencias, alimentos y enseres básicos.
Frente a esto, las autoridades locales tomaron la decisión de declarar calamidad pública. Así lo confirmó Jaime Fabián López, secretario de Planeación de San Pedro de Urabá:
Logramos decretar una calamidad pública, de ahí tenemos un plan de acción de emergencia el cual debemos cumplir.