Jueza frena ofensiva de Trump contra Harvard y cobija a estudiantes extranjeros
Una jueza federal bloqueó temporalmente la revocación del permiso.

Noticias RCN
AFP
03:03 p. m.
La Universidad de Harvard, una de las instituciones educativas más prestigiosas del mundo, se convirtió nuevamente en blanco de la istración del expresidente Donald Trump.
En una medida que puso en riesgo la permanencia de miles de estudiantes internacionales, el gobierno revocó la certificación que le permite a la universidad recibir alumnos extranjeros.
Sin embargo, una jueza federal intervino y frenó la orden de manera temporal, dejando el caso en manos de la justicia.
Jueza frena ofensiva de Trump contra Harvard
El conflicto entre la istración Trump y la Universidad de Harvard dio un giro este viernes 23 de mayo, cuando la jueza federal Allison Burroughs, del tribunal de Massachusetts, bloqueó de forma temporal una decisión del gobierno que pretendía impedir que la universidad inscribiera a estudiantes extranjeros.
La magistrada ordenó suspender la aplicación de la medida hasta que se celebre una audiencia preliminar programada para el 29 de mayo.
La decisión judicial responde a una demanda presentada por Harvard, en la que argumenta que la revocación del programa SEVIS, el Sistema de Información para Estudiantes y Visitantes de Intercambio, que permite la matrícula de estudiantes internacionales con visados F y J, es inconstitucional.
El documento presentado por la universidad califica la acción del gobierno como “arbitraria, caprichosa, ilegal e inconstitucional” y asegura que forma parte de una represalia por haberse negado a aceptar el control federal sobre su gobernanza, currículo y la ideología de su comunidad académica.
¿Por qué el gobierno de Trump estaba impidiendo a Harvard matricular estudiantes extranjeros?
El día anterior, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, había revocado oficialmente la autoridad de Harvard para matricular a estudiantes extranjeros.
Según el anuncio, el gobierno responsabiliza a la universidad de “fomentar la violencia, el antisemitismo y la coordinación con el Partido Comunista Chino en su campus”.
La medida afectaría directamente el ciclo académico 2025-2026, impidiendo el ingreso de nuevos estudiantes internacionales a la institución.
Harvard reaccionó rápidamente, pues más de una cuarta parte de su cuerpo estudiantil es extranjero, lo que representa no solo una pérdida académica y cultural, sino también una afectación económica considerable, ya que la universidad cobra decenas de miles de dólares anuales en matrículas.
Esto respondió Harvard a la medida de Trump
En su demanda, Harvard advirtió que el veto pone en riesgo el futuro de miles de jóvenes y académicos, y calificó la acción como el “último acto del gobierno en clara represalia por el ejercicio de sus derechos amparados por la Primera Enmienda”.
Alan Garber, presidente de la universidad, calificó el viernes la medida como una “acción ilegal e injustificada”, y alertó que este tipo de decisiones actúan como una advertencia para miles de estudiantes y académicos en todo el país que han llegado a Estados Unidos con la esperanza de cumplir sus sueños.
¿Hay conflicto entre Trump y la institución?
Trump ha manifestado en repetidas ocasiones su disgusto con Harvard, debido a que es una institución que ha rechazado sus exigencias de supervisión sobre las isiones y contrataciones.
Desde su istración, se acusa a la universidad de ser un centro de antisemitismo y de promover una ideología liberal progresista. En paralelo, el gobierno congeló 2.200 millones de dólares en subvenciones, bloqueó 60 millones en contratos oficiales y deportó a un investigador de la Facultad de Medicina.
Además, la tensión se ha proyectado a nivel internacional, pues los estudiantes chinos, que representan más del 20% de la matrícula internacional de Harvard, han sido directamente señalados.
El gobierno chino, a través de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, rechazó la medida y sostuvo que “la parte china se ha opuesto sistemáticamente a la politización de la cooperación educativa”. Según Pekín, esta decisión solo “dañará la imagen y la posición internacional de Estados Unidos”.