Del Hormisdas al Agapito: los nombres papales que parecen sacados de otro planeta
La elección del papa León XIV revive una tradición milenaria llena de nombres particulares. Estos han sido los más extraños.

Noticias RCN
04:25 p. m.
Cada vez que el humo blanco sale de la Capilla Sixtina, el mundo contiene la respiración para escuchar el nombre del nuevo papa.
No solo importa quién es, sino cómo se llamará. Desde hace siglos, los pontífices adoptan un nombre nuevo al asumir el cargo, y esa decisión resume una intención, una inspiración o una continuidad.
Con la reciente llegada de León XIV, el primer papa con ciudadanía estadounidense y peruana, vuelve a la escena un nombre que no se escuchaba desde 1903.
Pero esta elección también reabre dudas como: ¿cuáles han sido los nombres más raros que han pasado por el trono de San Pedro?
¿Cuáles son los nombres más raros de los papas?
Si se hiciera una lista de los nombres más raros que han liderado la Iglesia Católica, estos seis se llevarían los primeros puestos: Pelagio, Gelasio, Agapito, Adeodato, Hormisdas y Agatón.
Cada uno gobernó la Iglesia en siglos remotos, cuando los nombres tenían fuertes raíces griegas, latinas o incluso persas.
Hoy, sin embargo, la mayoría suena más a una combinación sacada de otro planeta.
- Pelagio, por ejemplo, fue papa en el siglo VI. Su nombre proviene del griego “pelágios”, que significa “del mar”, y no tiene nada que ver con herejes del mismo nombre que vendrían después.
- Hormisdas, por su parte, tiene un origen persa y reinó entre el 514 y el 523.
- Agapito y Agatón, ambos también del siglo VII, derivan de términos que significan “amado” y “bueno”, respectivamente.
- Y Gelasio fue un papa que luchó por la autonomía de la Iglesia en el siglo V.
- También está Adeodato, cuyo nombre directamente significa “dado por Dios”.
¿De dónde viene el nombre León XIV del nuevo papa?
La reciente elección del papa León XIV, un agustino nacido en Chicago, con años de servicio como misionero en Perú y que fue obispo de Chiclayo entre 2015 y 2023, puso en circulación un nombre que llevaba más de 120 años en el olvido.
El último pontífice que se llamó León fue León XIII, fallecido en 1903, conocido por su encíclica Rerum Novarum y su impulso a la doctrina social de la Iglesia.
Antes de él, León I, conocido como “el Grande”, defendió Roma de los hunos y dejó una huella imborrable en el desarrollo del papado.
Ahora, León XIV llega con un perfil humilde, con doble nacionalidad y una trayectoria más pastoral que mediática. De hecho, ha concedido muy pocas entrevistas.
En su primer mensaje desde el balcón de San Pedro, agradeció a Francisco, saludó a los fieles en varios idiomas y dejó claro su compromiso con una Iglesia misionera, cercana a los que sufren y centrada en la paz.
¿Por qué los papas eligen nombres raros?
El cambio de nombre al asumir el papado es una tradición que comenzó formalmente con Juan XII en el año 955, aunque el motivo detrás de cada nombre varía.
Algunos lo hacen para honrar a un santo, otros para continuar una línea espiritual, doctrinal o política. Algunos nombres se repiten con frecuencia: Juan, Pablo, Benedicto. Otros, como Francisco, se usan por primera vez y marcan un giro.
Pero lo interesante ocurre cuando se elige un nombre que suena como un salto al pasado. Pelagio, Hormisdas o Adeodato no han vuelto a usarse desde hace más de mil años. Y probablemente no regresen pronto.