¿Cómo son las finanzas del Vaticano? Así se mueven cientos de millones de euros anuales
Aunque el Vaticano es un estado independiente, la economía se mueve de manera muy diferentes al resto de países.
Noticias RCN
02:11 p. m.
A pesar de ser un estado independiente, el Vaticano, a diferencia de las demás naciones del mundo, no tiene impuestos ni política monetaria, por lo que sus únicos ingresos son las donaciones, las ventas de entradas para los museos, las inversiones en varios mercados y los rendimientos de su patrimonio inmobiliario.
De hecho, el Vaticano tiene más de 5.000 propiedades cuya istración cada año le otorga importantes recursos. Solo en 2024, las ganancias por las inversiones y istración de inmuebles alcanzó los 48 millones de dólares.
Las donaciones de los fieles juegan un papel importante en las finanzas del Vaticano, pues en promedio alcanzan los 48 millones de dólares anuales, con picos en 2018 y 2019 cuando alcanzaron los 77 y 66 millones de dólares, respectivamente.
¿Quiénes istran las finanzas del Vaticano?
Hay que mencionar que las finanzas del Vaticano son istradas por dos instituciones: la istración del Patrimonio de la Sede Apostólica, que es la entidad encargada de istrar las propiedades e inversiones de la Santa Sede, y el Instituto para las Obras de Religión que es conocido como el banco del Vaticano, pero que no opera como uno.
A pesar de la estabilidad en los ingresos del Vaticano, en los últimos años ha venido enfrentando una situación fiscal complicada, ya que las cuentas han venido siendo deficitarias, tanto así que en el 2024 el déficit fiscal alcanzó los 70 millones de euros.
El comercio religioso atraviesa por un gran momento
Más allá de los negocios propios de la Santa Sede, los comerciantes de artículos religiosos también pasan por un gran momento en medio de la expectativa de quién será el nuevo papa, principalmente cerca de los principales templos religiosos de Roma e Italia.
Adicionalmente, estamos en año de jubileo, una celebración en la Iglesia Católica que tiene lugar cada 25 años y que se caracteriza por ser un tiempo de gracia, perdón y renovación espiritual. Ante esto, se espera un aumento significativo en la demanda de artículos religiosos debido a la llegada de peregrinos y al renovado fervor religioso de los fieles.