Banda criminal responsable del asesinato de Natalia Castillo vendía celulares robados al exterior

La investigación de la Fiscalía para dar con los responsables del asesinato de Natalia Castillo ha dejado resultados importantes en cuanto a la desarticulación de una temible banda que se dedicaba al hurto de celulares en Bogotá. El fin de esta organización criminal era obtener información bancaria de las aplicaciones móviles para retirar la mayor cantidad de dinero posible. 

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De hecho, producto de los meses de seguimiento detallado, el ente acusador responsabilizó a alias Ángelo y ‘Porky’ del crimen de la periodista afiliada a la ONU, quien fue asesinada en un intento de hurto cuando salía de un sitio comercial en el sector de Galerías, en Bogotá. 

Así, en las últimas horas se conoció que la banda de atracadores, responsable del homicidio de la comunicadora, no solo se dedicaba al robo de teléfonos móviles para sacar la información confidencial bancaria, sino para enviarlos a Ecuador y Venezuela, por vía terrestre, para venderlos de forma ilegal. 

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Alias Porky y 'Ángelo', los responsables del asesinato

Las autoridades encontraron que ‘Ángelo’ es el responsable material del homicidio de la periodista, por lo que, además, se le imputaron los cargos de hurto calificado y agravado, y el de a sistemas informáticos de manera ilegal a través de un software. 

La investigación reveló que Ángel Rolando Colina, alias Ángelo, es de nacionalidad venezolana y llegó a Colombia de manera ilegal hace cinco años. Asimismo, se conoció que el sujeto vivía en el barrio Santa Fe, de Bogotá, y tenía antecedentes penales, pues hace un año fue capturado en flagrancia cometiendo un hurto en el centro de la capital, por lo que fue condenado por un juez a tres años de cárcel, pero se le terminó concediendo la libertad tras aceptar los cargos.  

El otro capturado por el asesinato, alias Porky, identificado como Javier Enrique Ramírez Gómez, también venezolano, fue capturado en Medellín la semana pasada y su función fue hackear los celulares para sustraer la información confidencial de las aplicaciones bancarias.

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