¿En qué consiste la guerra de los chips entre China y Estados Unidos?
Los chips avanzados son el corazón de casi toda la tecnología moderna: desde celulares y computadores, hasta sistemas de defensa y aplicaciones de inteligencia artificial.

AFP
06:47 a. m.
La rivalidad por la supremacía tecnológica entre China y Estados Unidos entra en una nueva fase: la guerra de los microchips. Esta disputa, que comenzó bajo el gobierno de Donald Trump, se centra en los semiconductores avanzados, piezas clave para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), la defensa y la economía del futuro.
Los chips o semiconductores avanzados son el corazón de casi toda la tecnología moderna: desde celulares y computadores, hasta sistemas de defensa y aplicaciones de inteligencia artificial. Quien controle su desarrollo y distribución tendrá una clara ventaja geopolítica y económica.
Trump endurece la ofensiva contra China
El 12 de mayo, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció un nuevo enfoque para restringir el de China a estos chips. El cambio implica derogar medidas implementadas por el presidente Joe Biden, quien buscaba trabajar junto a países aliados para bloquear a Pekín.
En lugar de una estrategia multilateral, el gobierno de Trump propone acciones más selectivas y directas contra empresas chinas como Huawei, acusada de violar normas de exportación al usar chips avanzados como el modelo Ascend.
Estados Unidos también advirtió sobre posibles sanciones si chips de IA fabricados en su territorio son utilizados para entrenar modelos chinos de inteligencia artificial.
¿Qué busca Estados Unidos?
Según expertos, Washington intenta proteger su liderazgo tecnológico evitando que China acceda a componentes estratégicos que podrían darle ventaja en áreas como la inteligencia artificial. Además, busca limitar el crecimiento de empresas chinas que podrían convertirse en rivales directos de los gigantes tecnológicos estadounidenses.
La respuesta de Pekín
China calificó esta política de "intimidación" y acusó a Estados Unidos de usar restricciones para frenar su desarrollo. Sin embargo, lejos de frenar sus ambiciones, Pekín ha reforzado su estrategia para reducir su dependencia de proveedores extranjeros.
Empresas como Alibaba, Xiaomi y la startup DeepSeek han avanzado rápidamente en el desarrollo de IA propia, mientras el país acelera sus inversiones para fabricar chips nacionales.
Más que comercio: una lucha por el poder global
Aunque recientemente ambos países anunciaron una reducción temporal de aranceles, la guerra de los chips va más allá del comercio: es una batalla por el control de las tecnologías clave del siglo XXI. Esta rivalidad tecnológica ya forma parte central de la política de seguridad nacional tanto de Estados Unidos como de China.
Y mientras Washington endurece su postura, Pekín parece más decidido que nunca a alcanzar la autosuficiencia tecnológica.