Polémica por directriz del Gobierno a policías en medio del plan pistola
En La Mesa Ancha discutimos sobre los alcances de esta medida y la efectividad de la misma.
El Ministerio de Defensa de Colombia emitió una directriz recomendando a los policías evitar el uso del uniforme en labores no operativas y cambiar sus rutinas de desplazamiento como medida de protección ante el llamado plan pistola del Clan del Golfo.
Esta decisión ha generado un intenso debate sobre su efectividad e implicaciones que trae esta medida. Cabe recordar que el Clan del Golfo ha impulsado el asesinato colectivo de uniformados en varias regiones.
¿Qué recomienda el Gobierno?
La directiva sugiere a los agentes cambien sus recorridos entre el hogar y el trabajo, usar distintos horarios y trayectos, no divulgar información personal y mantenerse alerta durante sus movimientos. Para el personal istrativo, se recomienda evitar el uso del uniforme incluso durante la jornada laboral.
Estas medidas responden a la amenaza del sicariato y el crimen organizado, que ofrecen recompensas por asesinar a de la fuerza pública. Algunos expertos consideran que el bajo costo y alta efectividad de estos ataques representan un riesgo significativo para los policías, especialmente en momentos de vulnerabilidad.
El exministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha criticado la medida, calificándola como una claudicación del Estado. Sin embargo, Laura Bonilla argumentó que se trata de una decisión táctica para proteger a las fuerzas armadas, particularmente en funciones no operativas como inteligencia, labores técnicas o istrativas.
¿Es efectiva la medida?
La historia de los planes pistola se remonta al 2004, habiendo cobrado miles de vidas, principalmente de soldados jóvenes entre ese año y 2017. Juana Afanador explicó que esta táctica ha sido utilizada intermitentemente por grupos armados para generar inestabilidad y presionar al gobierno.
El debate también gira en torno al impacto psicológico de estas acciones en la fuerza pública. Algunos consideran que el uniforme es un símbolo de orgullo y autoridad, por lo que limitar su uso podría afectar la moral de los agentes. Otros sostienen que es una precaución necesaria dada la gravedad de la amenaza.
Julio César Iglesias consideró que la situación es delicada y muestra los efectos del terrorismo por parte del Clan del Golfo. Si bien la medida es prudente, son necesarias otras acciones para hacerles frente.