Punto de giro: la madre del bebé que murió en un carro habría sido obligada por el padre a ingresar al motel

La opinión pública del país se escandalizó con la noticia de una bebé que murió por inhalación de monóxido de carbono dentro de un carro, mientras sus papás estaban al interior de un motel en Valledupar. Pero la atención y las críticas no estuvieron sobre la pareja, sino sobre la mujer, identificada como María Camila Mengual Mójica: ¿por qué?

Una responsabilidad compartida terminó inclinando la balanza hacia la mujer. Al parecer, para muchos es cuestionable que la joven haya “abandonado a su hijo”. Sin embargo, el caso dio un inesperado giro: las autoridades ordenaron la captura de Humberto Manuel Olivilla Pineda, padre de la recién nacida, porque al escuchar el testimonio de la mujer consideraron que él era el principal responsable de su muerte y, además, de dos otros hechos delictivos.

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Las declaraciones de María Camila daban cuenta de que había sido presuntamente obligada por el hombre para ingresar al motel. La mujer comentó que se había separado hace meses del hombre porque no quiso darle el apellido a su hija. No obstante, este la había citado con la excusa de querer ver al menor, y luego la habría intimidado con un arma para que estuviera con él.

Una fuente citada por El Tiempo aseguró: “Lo que se conoce es que ella quiso bajar a la niña del carro. Él la obligó a dejarla allí. Ella se niega a sostener relaciones sexuales, la sigue amenazando y finalmente tiene relaciones en contra de su voluntad”.

Con esta y otras evidencias, recientemente la Fiscalía General de la Nación informó que el señalado fue enviado a prisión e imputado por los delitos de homicidio agravado, secuestro extorsivo agravado y carnal violento. Cargos que no aceptó.

Aunque el hecho está siendo investigado y el presunto responsable se encuentra tras las rejas, es relevante poner en evidencia el manejo que hubo del caso por parte de los medios y la posición que asumieron muchos sectores de la sociedad. Claro que es cuestionable que un menor que está al cuidado de sus padres muera en una condición de descuido, pues la ley establece que son quienes deben velar por su integridad en primera instancia. Sin embargo, la paternidad es una responsabilidad compartida, y el morbo de la situación no puede generar cuestionamientos sin pruebas hacia una mujer, solamente porque se dé por sentado que, por ser mujer, debería estar más pendiente de su hijo que su pareja. 

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