Murió la mujer más vieja del mundo: ¿Cuántos años tenía y dónde vivía?
La hermana Inah Canabarro Lucas tenía este título desde hace algunos meses.

Noticias RCN
09:44 p. m.
El Colegio Santa Teresa de Río informó en sus redes sociales el fallecimiento de la monja Inah Canabarro Lucas.
La hermana, reconocida como la mujer más anciana del mundo, nació el 27 de mayo de 1908 en San Francisco de Asís (Río Grande do Sul); es decir, hace 116 años. Aunque otros registros (como los de Guinness World Records) apuntan que nació el 8 de junio de ese mismo año.
¿Cuándo nació?
La entidad religiosa señaló que ella fue un‘símbolo de sabiduría, fe y amor incondicional a los demás: “Su legado perdurará en la historia de los Colegios Santa Teresa, por donde pasó, marcando profundamente la vida de innumerables generaciones con su presencia serena, su mirada acogedora y su incansable dedicación a la educación”.
“En el día de hoy, que la resurrección abrace a la hermana Inah Canabarro, damos gracias por la entrega y dedicación, pedimos que el Señor, Padre de bondad, la reciba y la acoja en su infinito amor”, con este mensaje la despidió la Congregación de las Hermanas Teresianas de Brasil.
Inah se quedó con el récord de ser la mujer más vieja del planeta, luego que hace algunos muriera la japonesa Tomiko Itooka; quien también tenía 116 años, pero la superaba por algunos días.
Con el deceso de la monja, el título queda en manos de Ethel Caterham, una residente de Surrey que cuenta con 115 años y 252 días.
¿Quién era la hermana Inah?
Según Guinness World Records, la hermana fue hija de João Antonio Lucas y Mariana Canabarro Lucas. Su infancia inició siendo compleja, debido a que nació bastante delgada, por lo que podía fallecer antes de ser adulta.
Su vínculo con la Iglesia empezó cuando tenía 16 años. Inah ingresó al internado Santa Teresa de Jesús en Santana do Livramento el 27 de diciembre de 1928. Años después, concretamente el 27 de julio de 1934, se mudó a Montevideo (Uruguay) e hizo sus votos como monja.
Tras su regreso a Brasil, fue profesora de portugués y matemáticas en una escuela de Tijuca. A inicios de los 80, tomó las riendas de la Casa Provincial de Porto Alegre. Cuando cumplió 110 años en 2018, recibió la bendición apostólica del papa Francisco.
Irma era de las tres únicas personas todavía vivas que nacieron en la primera década del siglo XX. Además, se convirtió en la segunda monja más anciana de la historia; siendo superada solamente por la hermana André que vivió hasta los 118 años.