Los rigurosos requisitos para hacer parte de la seguridad del papa: el ejército más antiguo del mundo
La Guardia Suiza, con solo 135 , mantiene rigurosos requisitos y tradiciones mientras se alista para el próximo cónclave.
Noticias RCN
07:49 p. m.
La Guardia Suiza, el ejército más pequeño y antiguo del mundo, se prepara para un momento histórico: jurar fidelidad al sucesor del papa Francisco. Este selecto grupo de custodios, encargados de la seguridad papal desde hace cinco siglos, mantiene vivas sus tradiciones mientras se adapta a los desafíos modernos.
El Vaticano ha anunciado que el próximo lunes, tanto el personal técnico como el eclesiástico que participará en el cónclave deberán realizar su juramento de silencio. Sin embargo, los de la Guardia Suiza deberán esperar hasta la elección del nuevo pontífice para prestar su juramento de fidelidad.
¿Qué dicen los integrantes de la Guardia Suiza previo al cónclave?
"Estamos en primera línea para proteger al papa. Somos responsables de su seguridad", afirma un miembro de la Guardia. Sus responsabilidades incluyen custodiar las fronteras del Vaticano, vigilar durante las ceremonias y acompañar al papa en sus viajes.
A pesar de su apariencia histórica, con uniformes renacentistas, alabardas y yelmos, la Guardia Suiza también está equipada con armas modernas como pistolas automáticas. Esta combinación de tradición y modernidad les permite cumplir eficazmente con su deber de protección.
La relación entre la Guardia Suiza y el papa es única. "Somos los primeros en darle los buenos días al Santo Padre y los últimos en darle las buenas noches", revela un portavoz de este ejército, destacando el privilegio y la cercanía que caracteriza su servicio.
Los requisitos para formar parte de la Guardia Suiza
Los requisitos para formar parte de este cuerpo de élite son estrictos Los aspirantes deben tener nacionalidad suiza, ser solteros, católicos, medir al menos 1.74 metros y haber completado el servicio militar en Suiza. Estos criterios aseguran la continuidad de una tradición que se remonta al Renacimiento.
Cada año, los de la Guardia renuevan su juramento de dar la vida por el papa, un ritual que simboliza su dedicación absoluta. Con solo 135 activos, este cuerpo de seguridad demuestra que el tamaño no es impedimento para cumplir con una misión de tal importancia.