La crueldad de Pablo Escobar: un recuento de sus crímenes 30 años después de su muerte

Este sábado 2 de diciembre se cumplen 30 años de la muerte de un hombre que marcó la historia de Colombia y que después de tanto tiempo sigue siendo recordado por muchos ciudadanos. Se trata de Pablo Escobar, el narcotraficante que aterrorizó al país durante la década de los 80 y 90. 

Nacido en Medellín, Antioquia, Pablo Emilio Escobar Gaviria, considerado uno de los más crueles asesinos y terroristas de todos los tiempos, dejó un legado de violencia y sevicia que aún impacta a la sociedad.

Según las autoridades colombianas, Escobar podría ser responsable de hasta 5.000 homicidios, incluyendo magnicidios de figuras nacionales importantes como Luis Carlos Galán, Rodrigo Lara y el procurador Carlos Mauro Hoyos, así como miles de colombianos que cayeron víctimas de sus actos terroristas. Además, se estima que ordenó el asesinato de 500 policías, ofreciendo una recompensa de 2 millones de pesos por cada cabeza.

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Según un recuento realizado por la revista Semana, la carrera criminal de Escobar estuvo marcada por una ola de terrorismo sin precedentes, ya que fue el primer delincuente en declararle la guerra al Estado colombiano. Las autoridades se enfrentaron no solo a un grupo de sicarios dispuestos a cumplir las órdenes del jefe, sino también a pilotos de avionetas dispuestos a estrellar sus aeronaves contra instituciones como el diario El Tiempo.

La crueldad de Pablo Escobar

La crueldad y la falta de piedad eran rasgos característicos de Escobar. No dudaba en eliminar a cualquier persona que se cruzara en su camino, sin importar su género. Incluso a una de sus amantes, Wendy Chavarriaga, le hizo vivir un horroroso aborto forzado en contra de su voluntad. Cuando descubrió que era una infiltrada, ordenó su asesinato.

El narcotraficante también mostró su brutalidad con las mujeres que frecuentaba, llegando a asesinar a varias prostitutas que consideraba podrían revelar su ubicación durante sus años de clandestinidad. Incluso, los de su círculo cercano sufrían las consecuencias de su ira. 

Escobar ejecutó dentro de la cárcel de La Catedral a dos de sus colaboradores más cercanos, los hermanos Galeano y Moncada, debido a un ajuste de cuentas. Sus cadáveres fueron quemados durante toda una noche para eliminar cualquier rastro.

Uno de los magnicidios más impactantes y que evidencia la crueldad de Escobar fue el del exministro de Justicia Enrique Low Murtra, quien fue asesinado pocos días antes de que la prohibición de la extradición, exigencia del capo, se volviera realidad. Su muerte servía como un mensaje a aquellos que iban a votar en contra de la extradición, para que no cambiaran su voto.

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A pesar de su reputación de criminal despiadado, lo más desconcertante fue el fervoroso apoyo que recibió de algunas personas en el momento de su entierro. Entre lágrimas y ovaciones, una multitud despidió a Escobar, considerado por algunos como un héroe. Este surrealista espectáculo puso de manifiesto las contradicciones y frustraciones que existen en la sociedad colombiana.

Treinta años después de su muerte, los niveles de sevicia y crueldad demostrados por Pablo Escobar siguen impactando y generando reflexiones sobre la tragedia que vivió Colombia durante su reinado de terror.