Las sustancias que podrían estar envejeciendo su cerebro más rápido de lo normal
A medida que envejecemos, el cerebro experimenta cambios naturales. Sin embargo, el consumo de ciertas sustancias pueden acelerar este proceso.

Noticias RCN
09:53 a. m.
El cerebro, como cualquier otro órgano del cuerpo, también envejece con el tiempo. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que el consumo prolongado de ciertas sustancias puede acelerar este proceso de forma significativa, afectando la memoria, la atención, el lenguaje y otras funciones cognitivas clave.
Un estudio publicado en la revista científica Neurobiology of Aging evidenció que el consumo excesivo de alcohol, especialmente en la mediana edad, puede provocar una pérdida acelerada de materia gris y blanca, elementos esenciales para el funcionamiento cerebral.
Asimismo, el National Institute on Drug Abuse (NIDA) de Estados Unidos advierte que sustancias como la cocaína, las metanfetaminas y el cannabis en altas dosis pueden alterar la neuroplasticidad y el volumen cerebral, provocando un deterioro prematuro.
¿Qué sustancias se asocian al envejecimiento cerebral precoz?
Entre las más señaladas por la comunidad científica se encuentran el alcohol, el tabaco, las drogas psicoactivas y los opioides.
En 2020, un análisis del University College London en más de 17.000 adultos reveló que aquellos con patrones de consumo excesivo de alcohol presentaban cerebros de hasta dos años más envejecidos que sus pares abstemios o moderados.
El tabaco, por su parte, ha sido vinculado a un mayor riesgo de demencia, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las drogas de uso recreativo también están bajo la lupa: la metanfetamina, por ejemplo, puede inducir daños neurotóxicos permanentes, mientras que el uso crónico de marihuana ha mostrado efectos en la corteza prefrontal, región vinculada con la toma de decisiones y el control emocional.
¿Es reversible el daño que causan estas sustancias en el cerebro?
Aunque algunas funciones pueden mejorar con la abstinencia y tratamientos de rehabilitación, los expertos coinciden en que el daño estructural puede volverse irreversible si el consumo es prolongado.
El neurólogo Dr. Hans Breiter, de la Universidad Northwestern, sostiene que incluso pequeñas alteraciones en la estructura cerebral pueden afectar la capacidad de razonar y planificar.
Por esta razón, profesionales de la salud insisten en la prevención y la intervención temprana. Evitar el consumo prolongado de estas sustancias, mantener una alimentación equilibrada, dormir bien y realizar ejercicio físico son claves para conservar la salud cerebral y retrasar el envejecimiento cognitivo.