Guía completa para reducir la grasa corporal con dietas y ejercicio: transformación saludable
¿Listo para decirle adiós a la grasa corporal de una vez por todas? Expertos en nutrición y fitness revelan los consejos más efectivos de dieta y ejercicio

Noticias RCN
09:04 a. m.
La búsqueda de una composición corporal saludable, que incluye la reducción de grasa, es un objetivo común para muchas personas.
Más allá de la estética, disminuir el porcentaje de grasa corporal está directamente relacionado con la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Expertos en nutrición y actividad física coinciden en que la clave reside en un enfoque integral que combine una alimentación balanceada y un programa de ejercicio consistente. Adoptar hábitos sostenibles es fundamental para lograr resultados duraderos y saludables.
¿Qué recomendaciones dietéticas son fundamentales para la reducción de grasa corporal?
La alimentación juega un papel preponderante en la disminución de la grasa corporal. El principio básico es lograr un déficit calórico moderado, es decir, consumir menos calorías de las que el cuerpo gasta, pero sin caer en restricciones extremas que comprometan la salud o la sostenibilidad del plan.
La calidad de los alimentos es tan importante como la cantidad. La Fundación Española del Corazón (FEC) y la Asociación Americana del Corazón (AHA) enfatizan la importancia de una dieta rica en:
Proteínas magras: Fuentes como pollo, pescado, legumbres, huevos y lácteos desnatados. La proteína no solo ayuda a la saciedad, lo que reduce el picoteo, sino que también es crucial para preservar la masa muscular durante la pérdida de peso, como lo demuestran estudios publicados en el American Journal of Clinical Nutrition.
Fibra: Presente en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. La fibra contribuye a la saciedad, mejora la digestión y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, lo cual es vital para evitar picos de insulina que pueden promover el almacenamiento de grasa.
Grasas saludables: Aguacate, frutos secos, semillas y aceites vegetales como el de oliva. Aunque son calóricas, son esenciales para funciones corporales y también contribuyen a la saciedad, según investigaciones en The Lancet.
Hidratos de carbono complejos: En su versión integral como avena, arroz integral, quinoa y batata. Estos proporcionan energía sostenida y evitan los picos de glucosa asociados con el almacenamiento de grasa.
Se recomienda limitar el consumo de azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados, grasas trans y alcohol, ya que estos elementos suelen ser densos en calorías vacías y pueden dificultar la pérdida de grasa.
La hidratación adecuada, bebiendo suficiente agua a lo largo del día, también es crucial para el metabolismo y la sensación de saciedad.
¿Cuáles estrategias de ejercicio son más efectivas para la disminución de grasa corporal?
La actividad física es el complemento indispensable de la dieta para la reducción de grasa. La combinación de diferentes tipos de ejercicio ha demostrado ser la más eficaz:
- Entrenamiento de fuerza (pesas o resistencia): Es fundamental para construir y mantener la masa muscular. Los músculos son metabólicamente más activos que la grasa, lo que significa que un mayor porcentaje de músculo en el cuerpo ayuda a quemar más calorías incluso en reposo. Un metaanálisis en el British Journal of Sports Medicine reafirma que el entrenamiento de resistencia es clave para la composición corporal.
- Ejercicio cardiovascular (aeróbico): Actividades como correr, nadar, montar bicicleta o elíptica. Estas elevan la frecuencia cardíaca y queman una cantidad significativa de calorías durante la sesión. La OMS recomienda al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa por semana.
- Entrenamiento de Alta Intensidad por Intervalos (HIIT): Consiste en ráfagas cortas de ejercicio intenso seguidas de periodos breves de recuperación. Estudios en el Journal of Physiology han mostrado que el HIIT es muy efectivo para quemar grasa y mejorar la capacidad cardiovascular en menos tiempo.
La clave es la consistencia. No importa qué tipo de ejercicio se elija, lo esencial es mantener una rutina regular. Empezar gradualmente y aumentar la intensidad y duración a medida que la condición física mejora es una estrategia recomendada por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM). Combinar estas estrategias con suficiente descanso y manejo del estrés crea un ecosistema propicio para la reducción sostenible de grasa corporal y el bienestar general.