Relación entre enfermedades crónicas y depresión: ¿qué dicen los especialistas?
Un reciente estudio determinó que la combinación de varias enfermedades triplica los riesgos de padecer depresión.
Noticias RCN
05:36 p. m.
Los ensayos médicos han hecho cientos de evaluaciones para determinar algunas de las principales causas que pueden generar el diagnóstico de depresión en algunos pacientes. No obstante, una nueva investigación ha relacionado el padecimiento de otras afecciones con el desarrollo del trastorno emocional.
¿Padecer enfermedades crónicas genera depresión?
Según los datos recolectados por investigadores, de la Universidad de Edimburgo, se logró demostrar una asociación entre pacientes que fueron diagnosticados con al menos una afección física crónica y el aumento de las probabilidades para padecer depresión.
Por medio de diferentes técnicas, de agrupación estadística, los científicos asociaron este fenómeno a algunas patologías como diabetes, enfermedades cardíacas, asma, EPOC y algunos padecimientos intestinales. Por su parte, las mujeres con enfermedades en sus articulaciones, como artritis, registraron altos índices de verse afectadas.
Según Bruce Guthrie, profesor del Centro de Investigación de Cuidados Avanzados de la Universidad de Edimburgo, las afectaciones físicas no son los únicos factores que inciden emocionalmente a las personas ya que también repercuten otras variables sociales y sistemáticas.
El sistema sanitario a menudo trata la salud física y la mental como cosas completamente diferentes, pero este estudio demuestra que necesitamos mejorar la anticipación y el manejo de la depresión en personas con enfermedades físicas, agregó.
De igual manera, se identificó que una de cada 12 personas desarrolló depresión, durante los siguientes 10 años al diagnóstico de las enfermedades, en comparación con las personas que no poseen afecciones físicas.
Síntomas de depresión en adultos mayores
Según el portal Mayo Clinic, los síntomas del trastorno emocional pueden ser detectados con mayor dificultad en los adultos mayores por lo que requiere de un seguimiento especializado. Por esto, algunos de los rasgos más frecuentes son problemas de memoria, cambios en la personalidad, problemas de sueño, resistencia a la socialización, fatiga y pérdida de apetito.