Adriana, salió de Colombia rumbo a Europa donde se convirtió en una repostera premiada
Aunque fue difícil emprender, Adriana logró ser reconocida por sus recetas en la que no olvida sus orígenes.
Tuvieron que pasar dos décadas para que Adriana Giraldo lograra obtener un gran reconocimiento entre otros reposteros. Un arte que aprendió al dejar su tierra natal y a sus seres queridos a los 25 años de edad.
"Llegué a la ciudad de Parma (Italia) y me enamoré de ese lugar, me encantaba, decidí quedarme y me enamoré del mundo de la repostería".
Relata que allí consiguió su primer trabajo. Aunque no tenía papeles, la contrataron en una heladería. "Empecé a conocer del helado, de los postres italianos y me empecé a enamorar. En esa heladería hacían muchas tartas y quise aprender (…) mi primera formación fue con un repostero de ahí de Parma que me inició en este mundo”.
Adriana estuvo en Italia por 12 años, pero se vio obligada a volver a Colombia debido a la salud de su padre, quien "tenía un cáncer muy avanzado, yo no tenía el corazón de dejarlo, tenía que hablar con él”.
Su estadía se prolongó por dos años y recuerda los duros momentos que vivió. Al ver que su mamá quedaría sola, decidió emprender en el municipio donde vivía, El Dovio, Valle del Cauca, pero las cosas no salieron como esperaba.
"Empecé un negoció allí, con algo dulce, pero no me daba para sobrevivir. Decidí hablar con mi madre y nos fuimos a Roldanillo que es un pueblo un poco más grande y empezamos también allí, puse mi negocio que se llamaba Arte y Gusto”.
Sin embargo, sus comienzos en este nuevo lugar tampoco fueron sencillos. Asegura que debido a los problemas de orden público en el municipio, las cosas se complicaron.
Con más que una necesidad económica decidió aventurarse a trabajar en Ecuador, pero el destino le tenía una mala pasada: sufrió un accidente de tránsito.
Otro comienzo en Europa
De Adriana dependía el sustento de su mamá, por lo que una vez recuperada, la próxima parada fue regresar a Europa, esta vez a Logroño en España.
Una prima y su familia la acogieron. Trabajó por tres años en servicios varios y el destino nuevamente se ensañó con ella. Esta vez, por una enfermedad estuvo un mes hospitalizada.
Luego, encontró el camino. Ya con la residencia en España, empezó a vender tartas y postres creativos e impulsarlos en las redes sociales.
"Me abrí una cuenta en Instagram, no dejé mis trabajos y empecé desde casa a hacer cosas, a subir fotos. Poco a poco me di a conocer, la gente me empezó a buscar cada vez más y llegué a un punto que en casa no podía seguir trabajando".
Ahora, Adriana tiene su local Miss Cupcakes donde además da capacitaciones y realiza pedidos por encargo.
Un reconocimiento a la originalidad
Gracias a un cliente que le pidió preparar uno de los platos típicos del país ibérico, la Tarta de Queso Española, Adriana perfeccionó la técnica y hasta concursar con su propia receta llena de creatividad y sabores que la transportaron a sus orígenes vallecaucanos.
"Se creó esta tarta que fue de queso, chocolate blanco, albahaca y palomitas de maíz que nos dio el primer premio. Fue muy bonito, muy emocionante".
Una receta merecedora del primer puesto en la categoría original, de las tartas de queso en la región de La Rioja y que le dio el reconocimiento a Adriana por años de trabajo.
Adriana, viaja constantemente al país para visitar a su mamá, que vive en El Dovio, lugar en el que aprovecha para reencontrarse con la cultura y los sabores ancestrales de su tierra natal.