Inteligencia artificial 'revive' a víctima de masacre en Estados Unidos

Cuando los padres de un adolescente, quien fue asesinado durante un tiroteo en una escuela secundaria de Estados Unidos, recibieron la propuesta de una agencia de publicidad para resucitar a su hijo, por medio de inteligencia artificial, en un video para las elecciones precidenciales de ese país, no lo dudaron un momento.

"Estás entrevistando a los padres de un chico que fue asesinado en su escuela, se necesita mucho para impresionarnos. El nivel está muy alto. Dijimos sí, inmediatamente", expresó Manuel Oliver, quien reside en Florida con su esposa Patricia.

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La vida de Joaquín, nacido en Venezuela y llevado a Estados Unidos con solo tres años, se paró a los 17 años, el 14 de febrero de 2018, cuando un tirador lo abatió junto a otras 16 personas en su escuela secundaria en Parkland. Desde entonces, la vida de sus padres se convirtió en la de dos militantes contra las armas de fuego.

Proporcionaron a la agencia fotos de su hijo y un actor parecido a Joaquín grabó un mensaje. Después, a través de inteligencia artificial (IA), un software sustituyó la cara del intérprete por la de su hijo, como si fuera una máscara digital.

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El video final, publicado a comienzos de octubre en unfinishedvotes.com, dura un minuto: "Yo, soy yo", lanza Joaquín frente a una cancha de basket. 

"Me fui hace dos años, pero nada ha cambiado. La gente continúa muriendo por armas de fuego", afirma el joven.

"La elección de noviembre es la primera en la que habría podido votar, pero nunca podré elegir el tipo de mundo en el que me hubiera gustado vivir".

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"Voten por mí, porque yo no puedo", concluye en un contundente cierre.

Cuando se habla de "deepfakes", los videos ultrarrealistas generados por inteligencia artificial, se suele pensar en lo peor, aunque otras veces también se use con fines mucho más loables (como los actores resucitados en el cine, o las personas parapléjicas que tienen la oportunidad de bailar).

El video de Joaquín es, sin embargo, un caso aparte. ¿Es ético hacer hablar a un joven muerto, incluso por una buena causa", se defiende Manuel. 

Joaquín, dice, estaría de acuerdo con el mensaje.