Universidad para indígenas en mitad de la Sierra Nevada

La pandemia los alejó de las aulas, pero no de la educación... En medio de las montañas, lejos de la civilización, 17 jóvenes indígenas de las comunidades kogui, malayo y arhuacos, podrán seguir virtualmente los estudios universitarios, que habían abandonado por el covid y por falta de conectividad.

En Murúnmuke, un pueblo ubicado a cuatro horas de camino, en donde solo hay indígenas y naturaleza pura y hasta donde solo se puede llegar siguiendo un trayecto en carro, otro a pie e incluso, atravesando ríos, llegó la energía solar, el internet, seis computadores y varias tablet que conectarán a los estudiantes con las clases virtuales.

Según Ati Gundiwa Villafañe, una joven arhuaca que estudia presencialmente su noveno semestre de economía en la Universidad del Magdalena y quien desde que se inició el aislamiento está en su pueblo en la Sierra, "este es un espacio que se ha denominado diálogo entre el territorio y las montañas".

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Dos viviendas que se utilizaban como sitio de habitación fueron adecuadas y se organizaron como salones de clases. Dos es fueron instalados para traer la energía del sol y una antena de internet satelital para alimentar de conocimiento los equipos tecnológicos que permitirán la virtualidad en el aprendizaje.

Esto para el rector de Unimagdalena, Pablo Vera Salazar, es usar "la tecnología como un medio para permitir que la universidad expanda sus límites y fronteras".

Así, 17 indígenas seguirán en aislamiento en sus territorios y podrán continuar sus estudios en un salón de la Universidad del Magdalena en la mitad de la Sierra Nevada.

Ati Gundiwa resalta que "el tema de la conectividad, la generación de energía solar, ha sido para nosotros una oportunidad de poder sacar adelante nuestras carreras".

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Aprovechando la infraestructura montada como salón de clases universitario, otros estudiantes de carreras tecnológicas en el Sena y estudiantes indígenas de colegios lejanos, también podrán conectarse con su educación virtual.