Bogotanos tendrían duras consecuencias por práctica muy común en la calle: alcalde endurece sanciones
Dura advertencia a ciudadanos bogotanos por esta práctica.

Noticias RCN
01:11 p. m.
La Alcaldía Mayor de Bogotá ha ratificado la imposición de multas y sanciones para aquellas personas que sean sorprendidas lavando sus vehículos en la vía pública. Esta medida, enmarcada en el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Ley 1801 de 2016), busca salvaguardar el recurso hídrico, promover la convivencia ciudadana y mantener el orden en el espacio público.
La decisión del Distrito se ha reforzado en los últimos días, especialmente tras los recientes periodos de racionamiento de agua que vivió la ciudad.
Aunque los niveles de los embalses han mejorado, la istración distrital enfatiza la necesidad de mantener una cultura de uso responsable y eficiente del agua, considerando su vital importancia para la vida y la sostenibilidad de la ciudad.
Multa por lavar el carro en la calle: alcalde da advertencia
Según lo establecido en el numeral 5 del artículo 100 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, lavar bienes muebles en el espacio o vía pública constituye un comportamiento contrario a la convivencia.
Esta infracción acarrea una multa tipo 4, que asciende a $759.200. La Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia ha sido clara al advertir que el uso excesivo de agua, especialmente mediante mangueras o sistemas de alta presión para lavar vehículos en la calle, agrava la situación y puede activar de inmediato los procedimientos sancionatorios por parte de la Policía.
El Decreto 334 de 2024 establece la prohibición del uso de agua potable para actividades como el lavado de fachadas, vehículos y el riego de jardines, permitiendo únicamente el uso de agua reciclada, agua lluvia recolectada o agua cruda.
Además de la prohibición de lavar vehículos en la vía pública, la multa tipo 4 también aplica para otras conductas que atentan contra la preservación del medio ambiente y la convivencia, tales como arrojar residuos o escombros en el alcantarillado, captar agua de fuentes hídricas sin la debida autorización ambiental, contaminar ríos y quebradas, y hacer un uso desmedido del agua en espacios urbanos.