Mató a un policía en un motel en 2005 y estuvo prófuga dos décadas: cayó por sus huellas dactilares
La mujer deberá cumplir con una condena de 34 años de prisión por el delito de homicidio agravado luego de estar durante 20 años prófuga.
Noticias RCN
02:38 p. m.
La justicia finalmente encontró a una mujer que había evadido su responsabilidad por dos décadas. En agosto de 2005, un brutal homicidio conmocionó a Manizales cuando una joven de 18 años asesinó a un subintendente de la Policía en un motel del barrio Marmato.
La agresora, identificada como Cristina María López Quintero, infligió más de 40 heridas con arma blanca a la víctima.
Inicialmente, un juez le otorgó medida domiciliaria, pero López Quintero logró burlar a las autoridades y desapareció. Durante 20 años, la mujer permaneció prófuga, adoptando una nueva identidad y alterando su apariencia física para evadir la captura.
20 años después fue localizada en Cartagena
"Esta persona ya tenía una nueva identidad, un nuevo número de cédula con el cual burlaba la justicia", explicaron las autoridades. La fugitiva se estableció en el norte del país, específicamente en Cartagena, donde se convirtió en una reconocida comerciante, formó una familia y tuvo hijos.
La clave para resolver este caso fue la persistencia de un experto en dactiloscopia de la Policía Metropolitana de Manizales. Este funcionario, quien en 2005 era auxiliar de Policía, retomó la investigación y digitalizó las huellas tomadas originalmente. La búsqueda implicó revisar archivos físicos no digitalizados, un proceso meticuloso que finalmente dio frutos.
"Estas impresiones dactilares que aceptamos tomar el día de hoy a la señora, coinciden con las que fueron tomadas el día 24 de agosto del año 2005 a la señora Cristina María López Quintero, la cual se adelantó el proceso de homicidio", confirmaron las autoridades.
La condena que deberá cumplir tras dos décadas
La captura se realizó en Cartagena, donde los uniformados compararon los registros dactilares y confirmaron la identidad de la sospechosa. Tras 20 años de evasión, López Quintero fue finalmente recapturada y trasladada a prisión para cumplir una condena de 34 años por homicidio.
Este caso demuestra la importancia de la tecnología y la perseverancia en la resolución de crímenes, incluso después de décadas. También sirve como recordatorio de que la justicia, aunque a veces lenta, llega.