¿Volvieron los falsos positivos a los Montes de María?

Gracias a una denuncia realizada por el senador Iván Cepeda, se dio a conocer un nuevo caso que podría significar el regreso de los falsos positivos a la región de los Montes de María.

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Según información compartida por el congresista, la comunidad del corregimiento de Huamanga III, en el municipio de El Carmen de Bolívar, denunció un nuevo caso de falsos positivos luego de una operación militar coordinada entre la Armada Nacional, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y la Fuerza Aérea Colombiana.

Además, señaló que dicha operación habría ocurrido a la altura de las 2:30 a.m., durante un supuesto ataque a del Clan del Golfo, en donde resultó muerto un hombre de 77 años identificado como Rafael Orlando Mesa, un campesino que se encontraba en su casa durmiendo cuando ocurrió el ataque.

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Cepeda denunció además, que en la residencia se encontraba un adolescente que resultó herido y otro campesino que sobrevivió, conocido como Tulio Barrios Quintero. Asimismo, aseguró que los demás de la comunidad habrían señalado que el cadáver de Mesa fue puesto en el piso por los militares, como si se hubiera tratado de una baja en combate.

Horas después de los hechos, los familiares de una de las personas muertas y líderes de la comunidad, desmintieron la versión de las Fuerzas Militares, pues Rafael Mesa era un campesino (...) no hacía parte de ninguna estructura. Era un campesino de la tercera edad, muy conocido en su comunidad. 

¿Irregularidades en el actuar de las autoridades?

El congresista resaltó en su denuncia que, tras la operación, “no se permitió la presencia de autoridades forenses y se alteró la escena del crimen'' y que, en la noche, dos cuerpos sin vida que sí pertenecían a del Clan del Golfo, alias Felipe y alias Zarco, fueron trasladados al rancho y dejados allí, según lo señalado por los habitantes del corregimiento.

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Asimismo, el pasado 4 de marzo, en respuesta a la presión de los familiares del campesino asesinado, la Armada Nacional habría comunicado lo sucedido, aludiendo a la muerte de Mesa y calificándola como producto de una “respuesta armada por parte de los integrantes del Clan del Golfo”.

Por información allegada a mi oficina, se constató que así públicamente se haya lamentado el asesinato del anciano Rafael Mesa por la Fuerza Pública, con el propósito de dar visos de legalidad a su ejecución extrajudicial, se ubicó al lado de su cadáver un arma para hacerlo pasar como miembro del Clan del Golfo.