Con paz y tranquilidad, así se sintió la guardiamarina Katherine Mariño tras conocer al papa Francisco

Cuando la guardia marina Katherine Mariño subió al Gloria lo hizo con un anhelo especial, además de formarse como futura oficial, era conocer Ciudad del Vaticano. Su deseo siempre fue pisar suelo sagrado por lo que representa el catolicismo para ella y su familia.

Un deseo palpable que finalmente se cumplió. Su llegada a El Vaticano fue un momento de conexión espiritual que quedara grabado para siempre en su memoria.

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“Se siente tranquilidad, se siente la presencia de Dios”, expresó Katherine.

Pero esta experiencia trascendió aún más cuando finalmente se encontró de cerca con el papa Francisco. Aunque el encuentro fue corto, a la vez fue sublime. El breve o con las manos del sumo Pontífice representó la realización de un sueño largamente esperado. Un instante que, para ella, como fiel seguidora de Cristo, valió la pena.

Una experiencia llena de paz y tranquilidad

A bordo del Buque Escuela Gloria, Katherine Mariño no solo representa a su país, sino también a la fe y la devoción que muchos comparten en todo el mundo.

“En un lugar como este donde está la sede Santa, donde está el papa, es una manera de revivir esas costumbres tan bonitas, encomendarse a Dios. Es un sentimiento, una sensación de mucha paz, de tranquilidad”.

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Su experiencia en el Vaticano no solo enriqueció su vida, sino que también sirvió como un recordatorio de la importancia de perseguir los sueños y de celebrar las oportunidades únicas de la vida.