"Esto no fue una muerte, fue un asesinato”: hermana de la patrullera que se habría quitado la vida en Bogotá

Un hecho lamentable se presentó el pasado martes 29 de noviembre sobre las 4:00 p.m., cuando una patrullera identificada como Ludy Marcela Granados, al parecer, se quitó la vida en intermediaciones de la Fiscalía. 

Todo indica que la joven se suicidó disparándose en la cabeza con su arma de dotación. Sus compañeros la auxiliaron y fue trasladada a la Clínica Méderi, pero llegó allí sin signos vitales.

Su muerte es materia de investigación, pero las primeras hipótesis indican que fue un suicidio, sin embargo, su familia afirma que no tenía ningún tipo de problema relacionado con depresión o enfermedades mentales.

Claudia Arias, mamá de la patrullera de la Policía, dijo a Noticias RCN que su Ludy le “dijo que ella estaba en la oficina y que tenía mucho trabajo, que tenía que reunirse a algo de trabajo, pero que salía de eso y después hablábamos. Ella me comentaba que en la sección anterior que ella estaba, tenía problemas con un superior que la estaba acosando”.

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A través de entrevistas, las autoridades tratan de reconstruir los últimos momentos de vida de la patrullera, que fue hallada en una silla con un arma de fuego cerca a su cuerpo.

Por su parte, Glendy Granados, hermana de patrullera, afirmó: "para mí esto no fue una muerte, fue un asesinato”.

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Ante este panorama, en 2019 el Ejército lanzó la línea de atención 'en defensa de la vida', para dar apoyo y atención psicológica de manera telefónica a los soldados que lo requieran. Sumado a esto, la dirección de sanidad de la Policía señaló que cuenta con una ruta de atención, prevención y tratamiento para atender estos casos. Según cifras de la institución, durante este año, con corte de julio, se habían atendido 6.010 personas.